Historia mínima del fanfiction
03/06/2010
Hay cosas que pasan y uno no sabe cómo ni por qué.
- Leíste un libro y el final te pareció una burla predecible.
- Viste una película y, si hubieses sido el director, habría más escenas de sexo o violencia.
- Viste una serie televisiva y tú no habrías dejado vivo al protagonista.
Hay cosas que se mezclan y uno no sabe cómo ni por qué.
La narrativa (que es sencilla y complicadamente el arriesgado arte de escribir historias) se fundió por allí de la segunda mitad de la década de los 60 con la experimentación y las insanas mentes humanas.
En 1966 Star Trek se convertía no sólo en un show comercial, sino en un fenómeno de masas que sacaba de su letargo a seres hambrientos de ciencia ficción. Aquellos freaks no sólo se conformaron con imitar el atuendo del Sr. Spock…
Los fans se apropiaron de los personajes, de la historia del autor, del universo y los ambientes y los desmembraron en sus piezas más esenciales para recomponerlos. Crearon nuevas versiones, nuevas tramas y nuevos viajes a las estrellas. Aquellos efusivos seguidores habían engendrado el fanfiction.
El fancfic es un estilo (o género, la denominación es cuestión menor) que tiene como propósito hacer suyos a los personajes de un libro, un relato épico o una serie, para trasladarlos a un contexto novedoso donde la historia sea completamente diferente. Lo que el fan quiere es poner a los personajes en las situaciones en las que él querría verlos, incluso con protagonistas de otras series.
Las posibilidades son infinitas, desde los finales felices y totalmente románticos hasta el subgénero slash caracterizado por las relaciones homosexuales entre hombres. De lo que se trata es de contar nuevas historias y rehacer esas tramas y finales que ocurren sin que uno sepa por qué ocurren.
* * *
Star Trek: Redemption por Diego Eduardo Gualda
(Basada en «Les Miserables», de Victor Hugo)
Episodio I. Val Shan (Fragmento)
Diecinueve años. Habían pasado diecinueve años. Y todo por una rebanada de pan. Pero Val Shan no estaba arrepentido. Su hermana y sus sobrinos pasaban hambre, más o menos como todos los bajoran durante la ocupación cardassiana y, cuando la única opción fue salir a robar para alimentar a los suyos, no lo dudó.
El episodio duró diecinueve segundos, o quizás menos. Arrojar una piedra contra la ventana, tomar el pan, correr y ser atrapado por tres fornidos oficiales del ejército de ocupación. Diecinueve segundos que, según la justicia cardassiana, se traducían en diecinueve años de condena a trabajos forzados; en diecinueve años de recibir las feroces golpizas del más despiadado de todos los carceleros de la Unión: Gul J’Vert.
– ¡Prisionero 24601! – bramó J’Vert
– Mi nombre es Val Shan – respondió el reo con mala cara
– Ud. no tiene nombre, 24601. Ud. es sólo escoria bajoran. Ud. no tiene derecho a un nombre. No tiene derecho a nada. Y, sin embargo, muy a mi pesar, la ley me obliga a dejarlo ir. Su condena está cumplida. Es Ud. un hombre libre, pero recuerde que según la ley cardassiana, su libertad es sólo condicional y tiene terminantemente prohibido abandonar el planeta Bajor, 24601…
Huy!, muy buen post!, la verdad es qeu nunca eh intentado un fanfic pero se me antoja como de Avatar jaja, Pues siganle con esto y pues les saluda un blogger!
Eso de contar un gran libro como «Les Miserables» en clave de Star Trek es una verdadera herejía, jamás debería haberse hecho, el autor merece morir de una forma cruel y poco honorable; y no llegar jamás a Stovokor.
Saludos
Diego