Wall painting, de Brasil a Albania

25/06/2010

La pintura mural contemporánea ya no es algo que asombre. Comenzó siendo casi una violación a los espacios pero hoy las paredes son mucho más que pudorosos testigos del paso del tiempo y las personas. Superficies enormes se han convertido en depositarias de expresiones artísticas con un profundo sentido utilitario.

¿Cómo concederle dinamismo a una ciudad y a su transcurrir cotidiano? El arte/intervención es el que tiene una respuesta posible: basta de papel, basta de lienzo. Basta del arte por el arte.

A Sao Paulo, la intromisión de los artistas en las favelas le vinieron como detonante del cambio social en zonas de alta pobreza. Los gigantescos murales en las fachadas de los edificios tienen como propósito desarrollar un tipo de identidad en la comunidad, basándose en la apropiación. Los vecinos eligen entre diferentes diseños y los pintan colectivamente.

Tirana, la capital albanesa tiene también su propia experiencia. Cuando el comunismo se esfumó, dejó tras de sí una huella de paredes grises. Hoy se pintan de colores brillantes para resucitar su actividad. Son cientos de edificios, pintados por artistas distintos, los que ahora dan una nueva cara para los tiempos modernos.

A Nueva York no le interesó ser dinámico ni abatir los índices de marginación. En este caso la finalidad era puramente estética. Transformar la imagen de los edificios y dar un giro radical a los espacios urbanos se logró por la contribución del pintor y director de cine Julian Schnabel.

Después de una intervención nada es lo mismo y aquí lo que cambia es la percepción de las personas sobre su entorno. Aquí lo que se ha encontrado es un soporte arquitectónico para una pintura de gran formato en un fenómeno llamado Wall painting.

www.favelapainting.com

tirana+buildings+colour

West Village en Nueva York

Una respuesta to “Wall painting, de Brasil a Albania”

  1. Microbial said

    Pfff más que genial!!!!!! Lo que me encanta más que las pinturas en pared, es el entorno, es decir, la imagen (tuneada) en si misma se ve chida, pero el entorno gris y común de la ciudad le dá un toque casi mágico a esos escenarios, acá en México poco he visto de eso, en vecindades y barrios, pero aún así se ve genial, entre virgensitas de guadalupe, cholos posando y toda esa expresión «del barrio» se puede apreciar que no estamos tan lejos de grandes artistas, la cosa es que los descubran.

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