Tamborello comenzó a crear música en 1989 cuando su padre (un saxofonista y flautista de jazz) le compró una caja de ritmos, un secuenciador, un teclado y una grabadora de ocho pistas que le otorgaron la posibilidad de crear música por su cuenta. Tamborello comenzó a trabajar en Dntel desde 1994, pero el primer EP fue lanzado hasta el año 2000 bajo el nombre de Something Always Goes Wrong. El primer larga duración, Life is Full of Possibilities vió la luz en 2001. El último disco de este proyecto fue nombrado After Parties 1 and 2, editado en 2010 por la afamada SubPop.

Paralelamente, el músico se ha involucrado en otros proyectos. Todos alrededor de él y su computadora portátil usada como grabador multitrack, se podrían resumir (y no) como la mezcla de efectos y pedacitos de teclado. En sus proyectos, los años 90 parecen ser la década donde su conciencia cobró plenitud.

Muchos han osado en declarar a James Tamborello como uno de los músicos más ilustres del siglo XXI. En 2003 varios lo conocieron por el afortunado proyecto que cofundó con Ben Gibbard llamado The Postal Service. En esta colaboración el productor de IDM junto con el «rockero indie» de Death Cab for Cutie ni siquiera debían compartir espacio físico para inventar sus canciones.

Tamborello es también parte de Figurine, donde colabora con Meredith y David Figurine, y probablemente sea el proyecto más puramente electrónico que ha creado. Además, bajo el nombre de James Figurine, editó después un disco llamado MistakeMistakeMistakeMistake donde abraza más al techno que otro género específico.

Mucho podríamos descubrir si dilucidáramos las razones por las cuales Tamborello es un genio inquieto. No se siente feliz en ningún tipo de relación amorosa y a pesar de su pasión por la electrónica, ha declarado que el indie rock es el terreno donde se siente más seguro. La colaboración también es un sello distintivo en todo lo que hace y ello le ha permitido crear collages más o menos constantes.

* * *

«Muchas de las razones por las que tengo tantas colaboraciones vienen de no ser feliz con mis propias habilidades. Mi problema principal con letras de canciones es que no puedo pensar alguna cosa que quiera cantar, la mayoría de las veces. Yo no soy muy bueno hablando, y por lo general sólo doy un tratamiento a la voz como si fuese otro instrumento.  Me siento mejor con otras personas cuidando de eso.»

 

«Nunca he sido muy vivo o abierto emocionalmente. Tiendo a guardarme las cosas dentro y evitar cualquier situación que pueda estresarme. He tenido muy pocas relaciones románticas y he asumido muy pocos riesgos. Así que cuando hago música trato de buscar melodías y sonidos que me provoquen una emoción. Me interesa la melancolía y la tristeza porque ambas parecen mucho más poderosas y concretas que la felicidad o el amor, sentimientos en los que creo que nunca podré confiar.»


…Jimmy  también es anfitrión de un programa regular de música en la emisora pública de radio por internet Dublab

«I’m a tidy person who plays in the dirt.»

 

Algunas personas no pueden concebir su vida artística en su misma piel, por eso precisan emerger en la identidad de un alguien ficticio. Ese es el caso de Thomas Meluch, conocido musicalmente como Benoît Pioulard.

Meluch comenzó a tocar el piano desde su primera década de vida, pero lo que atrajo fuertemente su atención fue el hacer grabaciones de la naturaleza durante horas, para luego sentarse a escuchar el material recolectado. Con el paso de los años comenzó a escribir música, optando por la guitarra como su instrumento predilecto y al folk como el género que provocaría su inspiración.

Su música es la combinación del afable sonido pop generado por su guitarra, sutiles capas de distorsión y/o sonidos ambientales y su tímida voz que se asoma nostálgica, formando una perfecta armonía. Su segunda pasión es la fotografía, misma que lo ha inspirado directamente en la realización de sus canciones, plasmadas como paisajes momentáneos que permanecen. Benoît Pioulard está firmado con el sello Kranky, con quien ha lanzado tres discos de larga duración, mismos que ha grabado personalmente en su casa con una pequeña mezcladora conectada a su computadora.

Este músico norteamericano se considera a si mismo como un perfeccionista durante la realización de su música, pero también considera importantes los «accidentes casuales» que deja en cualquiera de sus creaciones una huella del momento en que las hizo.

pioulard.com

 

Ben Sharp no necesita a nadie. No necesita de músicos que lo acompañen para tener un proyecto musical. No necesita una disquera que grabe y produzca sus discos. No necesita a un público que apruebe y compre su música. Ben Sharp no necesita a nadie.

En el 2005, un joven norteamericano comenzó a hacer música por su cuenta, llamó a su proyecto Cloudkicker. Decidió que escribiría canciones,  grabaría las guitarras y bajos en su ordenador, programaría la batería y luego distribuiría sus creaciones de manera gratuita por internet. Desde entonces ha editado por su cuenta un par de discos de larga duración y un par de EPs.

Su música ha sido catalogada dentro de muchas categorías del metal: matemático, progresivo, experimental, entre algunas otras. Sin embargo, cuando Sharp es preguntado sobre cómo califica él mismo su música, contesta con una palabra: audible. Pese a que los géneros en que se le suele encasillar son generalmente complicados, su música posee la facultad de ser mucho más ligera. El sonido de Cloudkicker tiene muchos toques de post-rock y melodías de fácil escucha que armonizan a la perfección con la estridencia, logrando en cada placa afinar cada vez más su estilo.

En sus prioridades aún no se encuentran el firmar con algún sello que pueda distribuir su música de manera masiva, tampoco salir de gira y presentarse en escenarios multitudinarios. Al ser el único poseedor real de su música, Cloudkicker se distingue como un digno representante de la verdadera independencia musical. Ben Sharp no necesita a nadie.

 

(para descargar su música, gratis)

cloudkicker.bandcamp.com

 

Here, wait a minute! Damn it!

 

…it’s just wide-open field.

La humanidad es como los perros, no como los dioses

-mientras no estés loco, te morderán –

pero si estás loco, nunca serás mordido.

Los perros no respetan la humildad y el dolor.

Jack Kerouac, 1977

 

El 10 de marzo de 1920 nació, en Francia, un tipo que era muchos a la vez. Si lo buscas en google, es más probable que encuentres fotos donde se le puede ver tocando la trompeta en un concierto de jazz que el descargable de alguna de sus novelas.

Su alter ego Vernon Sullivan (un imaginario escritor negro de los suburbios norteamericanos) escribió algunos cuentos y novelas pero, atribuible sólo al talento de este ingeniero de profesión, hay un legado entero de letras de canciones y absurdas obras de teatro que sí se firman bajo su verdadero nombre.

Vian no figura entre los autores cuyos libros están en el anaquel de la tienda de variedades. No tendría por qué ser un escritor apreciado, si se trata de una de esas mentes que todo lo cuestionan y que ultrajan las buenas costumbres. Esos locos (frenéticos y tan hiperactivos) hacen los best sellers de la provocación. Boris Vian tiene diez obras largas escritas de su puño (y letra) sólo contando los textos publicados. Él tampoco aparece en los top’s de críticos musicales a pesar de que en los cuarenta participaba en un periódico (del famoso Camus) haciendo análisis y crónicas de jazz.

Personalidad múltiple y cantante de cabaret, era un bebedor junto a Charlie Parker y Sartre. Necesitaba de muchos nombres y caras para decir algo diferente cada vez. Vivió sólo 39 años y tal vez por eso inventó muchas vidas: sabía que iba a morir joven.

Sus obras son geniales mezclas de crudeza, violencia, vulgaridad y erotismo. El surrealismo traspasa las fronteras y todo lo sucio puede estar contenido en un bonche de páginas escritas por este artista.

No es de Boris Vian de lo que se habla cuando se toca el tema; él es sólo un pretexto para abordar sus otros Yo. Nunca hubo uno por encima de los demás: sucedía que era un creador nervioso, impaciente e imposible de calmar.

 

* * *

La espuma de los días (fragmento)

Bebe -dijo Colin.

Bebieron los dos. El resplandor quedaba adherido a sus labios. Colin volvió a encender las luces. Parecía dudar si quedarse de pie.

-Una vez al año no hace daño -dijo-. Creo que podríamos terminarnos la botella.

-¿Y si cortáramos la tarta? -dijo Chick.

Colin cogió un cuchillo de plata y se puso a trazar una espiral sobre la blancura pulida de la tarta. De repente, se detuvo y miró su obra con sorpresa.

Voy a probar una cosa -dijo.

Tomó una hoja de acebo del ramo de la mesa y, con una mano, asió la tarta. Haciéndola girar rápidamente sobre la punta del dedo, colocó, con la otra mano, una de las puntas del acebo en la espiral.

-¡Escucha!… -dijo.

Chick escuchó. Era la canción Chloé en la versión arreglada por Duke Ellington.

 


 

Alberta Cross tiene barba, viste pantalones rotos, camisa de franela a cuadros, una larga cabellera descuidada y un aspecto sucio y desgarbado. Alberta Cross es una banda de rock.

Petter Ericson Stakee y Terry Wolfers se conocieron en Londres, de donde ambos son originarios; compartían gustos musicales y el amor por tocar, por lo que no tardaron mucho en comenzar a hacer música juntos. Sin embargo, sus influencias musicales los hicieron buscar un lugar más apropiado para explotar el sonido que estaban produciendo y algunos meses después se mudaron a Nueva York.

Una vez instalados en otro continente, decidieron reclutar miembros para formar una banda completa, y ahora con una alineación de cinco miembros, comenzaron una gira que incluiría ser teloneros de algunas bandas como Oasis, The Shins y Simian Mobile Disco; además de la aparición en algunos de los festivales más importantes de Estados Unidos (Coachella, Lollapalooza y Bonaroo).

A finales del 2009, su primer LP de nombre Broken Side of Time, salió al mercado. Su estilo ha sido comparado con otras bandas con influencia del blues y el rock clásico americano, sin embargo, su primer material nos muestra una a banda sólida, con sonido potente, que parece hacerse de un estilo propio.

Alberta Cross alterna adecuadamente energía y melancolía; su estilo sobrio y decadente no demerita sus composiciones, por el contrario, acentúa sus composiciones, llenándolas de matices dramáticos.  Conjugación de pureza y profundidad, inglés y norteamericano; a veces basta con cruzar las fronteras.

albertacross.net

Ernest Greene creció en un pueblo en Georgia, Estados Unidos, un pequeño lugar alejado de los puntos importantes de la industria musical en dicho país. No es extraño que ante la poca exposición de este lugar ante las bandas y músicos del momento, Greene creciera escuchando los discos de su padre, cosas como John Coltrane o The Grateful Dead, formaron parte de la banda sonora de su adolescencia.

Con el paso de los años, su interés por la música se fue desarrollando. Durante sus primeros años de juventud, se juntó con su amigo Chaz Budnick, mejor conocido como Toro y Moi, para hacer música, pero en aquel lugar no había  mucha gente para quien tocar, así que pronto desistieron en sus aspiraciones.

Algún tiempo después, su habitación se vio convertida en un laboratorio, donde utilizaba su talento musical para la creación de varios proyectos musicales de diversos géneros, desde el hip-hop hasta el punk.

La decisión de estudiar una carrera universitaria lo llevó a dejar su lugar natal, y con ello, su panorama musical se amplió. Fue entonces, que un día decidió hacer música distinta a lo que estaba acostumbrado. Se sentó enfrente de su sintetizador y después de unos cuantos días, su proyecto Washed Out había nacido.

Después de haber subido unas cuantas canciones a su perfil en MySpace, llamó inmediatamente la atención de algunos blogs de música populares. Su música estilo lo-fi pop de sonido ochentero, muestra claras influencias del gusto de Greene por el shoegaze, plasmado a través de la gran cantidad de capas distorsionadas sutilmente, que aportan un sonido ‘vintage’ a sus melodías.

Toda su música ha sido concebida de manera totalmente casera. Su primer EP llamado Life of Leisure, le tomó un par de meses. El segundo, High Times, fue lanzado originalmente en cassette. Ambos EPs le han servido para formar la identidad musical de Washed Out, y adquirir un estilo particular.

Para él  todo sucedió muy rápido, no esperaba alcanzar ni siquiera un poco de popularidad, al principio incluso se negaba a presentarse en vivo pues no estaba seguro del interés que podía despertar en el público. Poco a poco ha ido aceptando y disfrutando de lo que ha generado; ha regresado al lugar donde creció y aunque no sabe con certeza cuál será el futuro de este proyecto, se encuentra agradeccido por lo que ha logrado hasta el momento.

myspace.com/thebabeinthewoods

Feel It All Around

Belong

Una vez más, la ya de por si saturada escena musical, nos brinda otra (sí, otra) banda «que promete». Esta vez es el turno de un trío formado en el 2006 en Carolina del Norte, Estados Unidos, y recién establecidos en Baltimore. Uno encargado de los sintetizadores, los beats y los loops (J. Gerrit Welmers), otro posicionado detrás del bajo (Willian Cashion), y un poderoso cantante (Samuel T. Jeffers),  forman Future Islands.

Fusionando las ruidosas y profundas capas del new wave y la fuerza del post-punk, esta banda norteamericana ha logrado crear un sonido detallado y penetrante, que pareciera cuidar el más mínimo segmento musical para permitir que la melodía penetre el oído de manera cautelosa y convincente.  Al escucharlos, pareciera que su música contiene una energía poderosa que es liberada de a poco durante cada canción, sin dejar nada que deber al final de la travesía. Interesante escuchar sus composiciones armónicas en las que la dramática voz de Jeffers irrumpe de manera impetuosa, abriéndose camino y asentándose de manera contundente formando un maravilloso contraste.

Un par de LPs conforman su discografía y son la prueba de la evolución musical de esta tercia. El primero, titulado Wave Like Home, fue la primera muestra de su capacidad, y  aunque no logra cruzar el camino de forma vencedora por su inconsistencia, es  un buen inicio para esta agrupación. Su segunda placa, una vez firmados con el sello Thrill Jockey, de nombre In Evening Air, muestra a plenitud el avance y madurez de estos norteamericanos. Con canciones mejor producidas, composiciones de mayor fuerza y un sonido estable, este segundo disco los hace merecedores de un poco de atención. Con un calendario saturado de presentaciones en todo Estados Unidos y gran parte de Europa para el resto del año,  Future Islands parecen consolidarse como una banda con un futuro promisorio, que con suerte, cumplirá nuestras expectativas.

myspace.com/futureislands

Sambassadeur

01/03/2010

Algunas décadas atrás Europa del norte se dedicó a escupirnos en la cara, con tino y elegancia, filas inagotables de grupos cuya música se alejaba totalmente del trash metal o el dark, con el que estos fríos y boscosos territorios se hallaban plenamente identificados. Allí tenemos manifestaciones que han atravesado el continente más viejo, con la música más nueva y nos entregan ideas sonoras novedosas de cómo es que se debe componer en estos días.

Suecia (Göteborg) crío en sus entrañas de inviernos extremos y dorados veranos, a cuatro músicos que ofreciendo tributo a un francés (Serge Gainsbourg), bautizaron su proyecto como una de sus canciones: Les Sambassadeurs. El pop de París, el sueco, las tinturas electrónicas y las bandas que les habían abierto camino; se filtraron por sus venas e instrumentos para crear piezas de la más perfecta melancolía.

Tres Ep’s intercalados en álbumes desde su formación en 2003 y «European», el más reciente, logran resumir el tono: estilo orquestal que es su acento y una voz femenina perfecta que predomina. Un país nórdico ha parido una banda de paisajes, lagos y lagunas para escuchar.

www.sambassadeur.com